La Sábana
Santa, como el Arca de la Alianza, o el Santo Grial, son objetos largamente
estudiados y debatidos a lo largo de los tiempos. Su procedencia, su Historia,
sus verdades y mentiras, han generado polémicas e intensos debates que se
multiplican con cada nuevo dato que se obtiene de ellos. Pero mientras que en
el caso de los dos últimos se habla de ellos sin saber exactamente cuánto hay
de leyenda y cuánto de realidad en ellos, puesto que ni tan siquiera se conoce
dónde se encuentran, en el caso de la Sábana Santa, ésta existe y se encuentra
perfectamente localizada en Turín.
La Sábana
Santa es un lienzo de lino de unos 4 metros de longitud, con la silueta de un
cuerpo impresa en ella, y que según la tradición cristiana, José de Arimatea
usó como mortaja de Jesús. En este lienzo aparece una especie de negativo
fotográfico de una persona de 1,82 metros que presenta múltiples heridas
similares a las que según cuenta la Historia sufrió Jesucristo en su Pasión.
Además, un análisis exhaustivo de la misma ha encontrado restos de polen de plantas
que existían en Palestina y que hoy día están extinguidos, las cuales se han
podido constatar por restos encontrados en otros fósiles que presentaban el
mismo polen. La apasionante historia de la figura de Jesús, y el misterio
creado en torno a él a lo largo de los siglos (sin querer entrar en las
creencias cristianas acerca de su importancia), ha generado un estudio sin
precedentes en la historia de la investigación científica que ha llevado a un
estudio tan profundo de la Sábana Santa, que hasta se han analizado las manchas
de sangre una a una.
Aquí
intentaremos mencionar los hallazgos más importantes y la validez de los
mismos, sin entrar en valoraciones éticas sobre los mismos:
- En primer lugar está la
famosa prueba del Carbono-14 que ha llegado a datar la Sábana entre los siglos
XIII y XIV, pero los mismos científicos están de acuerdo en que estas pruebas
tienen un 5% de probabilidades de error, y que en el caso que estudiamos, esas
probabilidades aumentan puesto que la Sábana Santa ha ido acumulando restos de
polen, polvo, entre otros. a lo largo de los siglos, mayor en el caso de un
lienzo de tal tamaño. Por otro lado, también admiten que en el incendio
provocado hace años, hubo de mojarse la Sábana y que aquella agua que empañó el
lienzo podría haber afectado al estudio del C-14 que fue hecho con
posterioridad.
- Por otro lado el negativo
impresionado en el lienzo parece ser producto de una radiación que produjo una
imagen tridimensional que sólo se observa con aparatos especiales. La radiación
ocasionó quemaduras que determinaban incluso la distancia existente entre el
cuerpo y la sábana. Los que apoyan la tesis de que se trató del cuerpo de
Cristo aducen en este sentido que el mismo Pedro dijo que cuando fue al
sepulcro allí estaba la Sábana pero sin el cuerpo en su interior como si
hubiera desaparecido instantáneamente.
- Las marcas contenidas en
la Sábana Santa son las que tendría un crucificado. Por ejemplo, las marcas de
una corona de espinas.
- En cuanto a si se
corresponde con la imagen de Jesucristo, habría que mencionar las coincidencias
entre el hombre del lienzo y Jesús.
- No era demasiado habitual
que se golpeara tan brutalmente a los que luego se crucificaban. En este caso
de estudio, el hombre del lienzo recibió más de 1.000 heridas producto de
muchos latigazos, como cuentan que hicieron con Jesús.
- Se ha demostrado que a la
persona de la Sábana también le dieron una lanzada en el costado después de
muerto.
- El hombre de la Sábana no
llegó a descomponerse en ningún momento, lo que coincidiría con la historia de
Jesús.
- Casi todos los
crucificados se enterraban en fosas comunes, pero en este caso, el hombre del
lienzo, que también se ha demostrado, como queda dicho, que fue crucificado,
fue amortajado con especias aromáticas, tal y como cuenta la Biblia respecto de
Jesús.
- También era costumbre que
a los crucificados se les partiera las piernas. En nuestro caso, ni se le hizo
a Jesús ni tampoco al hombre de la Sábana Santa.
Se
podrían comentar muchos más factores coincidentes con una y otra figura, y
determinar si ambos son la misma persona o no. No hay ninguna prueba fehaciente
de que realmente sea Jesús quien estuviera en la Sábana de Turín, sino simples
hechos coincidentes que según las creencias de uno u otro podrían inclinarnos
hacia la veracidad de santidad del lienzo. Pero lo que resulta innegable es la
importancia científica de este objeto, pues independientemente de que sea o no,
su estudio ya ha levantado un misterio que tiene unas implicaciones dogmáticas
trascendentales para los cristianos creyentes de la Resurrección.
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